(1520-1557)
MADRIGAL
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿Porqué, si me miráis, miráis airados?
si cuando más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
No me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
ojos claros, serenos,
Ya que así me miráis , miradme al menos.
FEDERICO GARCIA LORCA
(1899-1936)
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.
La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.
Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris,
también sobre el alma nieva,
la nieve del alma tuene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.
La nieve cae de las rosas
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.
¿ Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿ O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿ Será la paz con nosotros
como cristo nos enseña?
¿ O nunca será posible
la solución del problema?
¿ Y si el amor nos engaña?
¿ Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciéncia
del bién que quizá no exista
y del mal que late cerca?
¿ Si la esperanza se apaga
y la Babel comienza,
qué antorcha iluminará
los caminos de la tierra?
¿ si el azul es un sueño,
que será de la inocencia?
¿ Que será del corazón
si el amor no tiene flechas?
¿ Si la muerte es la muerte,
que será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
! Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡ Luna nueva!
¡Corazones de los niños!
¡ Alma ruda de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
tan blancas como mi pena.
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